Machu Picchu bajo presión: el impacto del turismo masivo en Perú
Cómo el auge de visitantes pone en riesgo esta maravilla y qué se está haciendo para preservarla

¿Cómo proteger uno de los destinos más emblemáticos del mundo?
Machu Picchu, joya del patrimonio mundial y uno de los destinos más visitados de Sudamérica, enfrenta un creciente desafío: el turismo masivo. Cada año, miles de viajeros de todo el mundo llegan al corazón de los Andes peruanos para admirar esta maravilla arqueológica. Sin embargo, la popularidad de este sitio sagrado ha traído consecuencias ambientales, culturales y logísticas que exigen medidas urgentes.
Un tesoro en riesgo
El incremento de visitantes ha puesto en tensión la infraestructura de acceso, los caminos del Camino Inca y el ecosistema que rodea a Machu Picchu. A esto se suma la presión sobre el pueblo de Aguas Calientes, donde los servicios deben adaptarse a la gran demanda sin perder su esencia.
Medidas de control
El gobierno peruano ha implementado estrategias como limitar el número de entradas por día, establecer horarios específicos y exigir visitas guiadas. Estas acciones buscan preservar la integridad del sitio, pero también generar conciencia sobre la importancia del turismo responsable.
Turismo sostenible: el futuro de Machu Picchu
Viajar a Machu Picchu sigue siendo una experiencia transformadora, pero ahora más que nunca, se invita al visitante a hacerlo con respeto. Elegir operadores locales certificados, seguir las reglas del parque, minimizar residuos y comprender el valor espiritual e histórico del lugar, son pasos clave para proteger este patrimonio.
Cifras del turismo en Machu Picchu
- Antes de la pandemia, Machu Picchu recibía más de 1.5 millones de visitantes al año, superando con frecuencia la capacidad máxima recomendada por la UNESCO.
- Actualmente, el gobierno de Perú ha limitado el ingreso diario a 4,500 personas (con excepciones en temporadas altas).
- El Camino Inca —una de las rutas más emblemáticas para llegar a la ciudadela— también tiene cupo diario limitado a 500 personas, incluyendo guías y porteadores.
El equilibrio entre conservación y economía local
- El turismo representa una fuente vital de ingresos para muchas comunidades andinas y para el país en general.
- Sin embargo, el turismo sin control puede provocar erosión del terreno, acumulación de residuos, y deterioro de estructuras arqueológicas.
- Se han registrado casos de visitantes que dañan piedras, ingresan sin guías o no respetan las zonas delimitadas, afectando el sitio y su valor histórico.
Acciones para proteger Machu Picchu
- Introducción de un sistema de boletos por horarios (turnos) para evitar la sobrecarga en determinadas horas del día.
- Instalación de rutas diferenciadas para organizar mejor el flujo de visitantes.
- Campañas de educación turística para sensibilizar a los viajeros sobre el respeto cultural y ambiental.
- Fomento del turismo comunitario para que los beneficios lleguen directamente a los pueblos que rodean Machu Picchu.
Consejos para un turismo responsable en Machu Picchu
- Reserva con anticipación en sitios oficiales o con operadores registrados.
- Elige horarios menos concurridos (temprano en la mañana o después de las 2 PM).
- No lleves plásticos de un solo uso o basura; lo que subas, bájalo contigo.
- Sigue las indicaciones de tu guía y respeta las zonas restringidas.
- Apoya negocios locales: compra artesanías auténticas y come en restaurantes tradicionales.
Alternativas menos masificadas
Si buscas una experiencia más tranquila y auténtica, considera visitar otros sitios impresionantes de Perú como:
- Choquequirao, conocido como “la hermana sagrada de Machu Picchu”
- La fortaleza de Kuelap, en la región Amazonas
- El Valle Sagrado, con pueblos como Ollantaytambo y Pisac que combinan historia, cultura viva y paisajes espectaculares.




